A las 21:00 horas daba comienzo para la Selección Española Sub-19 de Fútbol Sala una aventura que tenía que haber comenzado hace un año. La pandemia aplazó el Europeo de la UEFA, pero el momento había llegado y los jugadores de Albert Canillas llegaban más preparados que nunca y con el objetivo de revalidar el título que ya conquistaron en Riga. Por si fuera poco, partían como favoritos y anfitriones, ya que el flamante Olivo Arena de Jaén se encargaba de acoger el campeonato. En su primera prueba, Rumanía era el contrincante.
No se le resistía el rival, que pronto empezaría a recoger balones de la red. Inauguró el marcador Espín, que encaraba a su par en banda izquierda para después acomodársela a la derecha y anotar, algo a lo que nos había acostumbrado durante la fase de preparación. Cinco minutos más tarde recuperaba Rivera en el área del oponente para dar el pase a la media vuelta justo al lugar en el que sabía que aparecería Nico para marcar. El octavo sería obra de Guido, que recibía una asistencia de Nico tras pelear un balón que pillaba al guardameta descolocado.
Cumplido el cuarto de hora llegaba el primer gol nacido de la pizarra de Canillas. Tapias sacaba de esquina en corto para Álex García, que la ponía rápida al segundo palo para que Ortas subiera el tercero al marcador. Ya al filo del descanso, Jorge Carrasco recibía de espaldas y con una finta relámpago dejaba petrificado a su marcador. El balón ya estaba dentro de la portería cuando el defensor rumano quiso darse la vuelta. Al acabar la primera mitad, un dato abrumador reflejaba lo que estaba siendo el partido. España había tirado cuarenta veces a puerta. Rumanía solo dos.
La Selección Española volvía a la carga en los veinte minutos restantes. Nico firmaba su particular doblete fabricándose el gol él solito. Robaba en media pista, avanzaba con el cuero y sentenciaba con un remate desde una buena posición. Un minuto más tarde y con algo de fortuna, llegaba el gol de Tapias. El quince sacaba de esquina buscando la volea de Ordóñez, que no le pegaba limpio. El balón botaba en el suelo y regresaba a Tapias, ya pegado al palo para empujarla.
Pero las ideas surgidas de la pizarra del seleccionador son inagotables, por lo que la sangría continuó. En esta ocasión, Álex García sacaba una falta hacia atrás para que Nacho Gómez resolviera la situación con gol. Cerraría el encuentro el capitán, Rivera, que picaba el balón ante la salida del portero con toda la tranquilidad del mundo. El combinado nacional jugará mañana a las 21:00 horas (Teledeporte) ante Croacia.
Fuente: RFEF
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